Mi apellido paterno es Ibarra, es de origen vasco, por lo tanto muchas personas creen que tengo familia por allá. Pero no señores, eso no puede ser, creo mis ancestros españoles se deben remontar a la colonia o algo así (no hay pasaporte europeo para mí :'( jajajajaja)
El todo es que la historia de mi apellido sirve para explicar ciertos fenómenos socio-históricos de nuestro país, no es para darme de importante, pero es algo muy cierto, tal como explico a continuación:
A mediados del siglo XIX se promulgó la Ley de Abolición de la Esclavitud, con la cual se logró la libertad de los esclavos. Muchos de ellos adoptaron el nombre de la familia de sus antiguos amos y de ahí que se masificaran dichos apellidos. Ese es el caso de mi familia, porque el abuelo de mi papá era negrito y tenía apellido vasco.
Pero ahora viene la segunda parte, que es un poco más telenovelera. Resulta que el viejo Felipe Ybarra (se escribía orignalmente con "Y", pero eso lo explico más adelante), el abuelo de mi papá, tuvo con mi bisabuela Rita (ella era más blanca que la leche) tres hijos: Rafael, Mercedes y Armando. De los tres el único que salió blanquito fue Armando, por lo cual, fue el único al que le dieron el apellido Ybarra. Pues sí! el viejo Ybarra era negro y racista de negros, contradictorio ¿verdad?
Pasaron los años y Armando Felipe Ybarra (también le dió su nombre) tuvo un hijo con Ernéstina Hernández y le colocó el nombre de: Armando Ybarra (mi papá). Cuando mi papá se fue a sacar la cédula (hace como 50 años), el sr. que tomaba los datos cambió la "Y", por "I", por lo cual se cambió la grafía de nuestro apellido.
Esta es la historia de mi "Ibarra", la cual puede ser el punto de partida de un estudio intrahistórico o como la trama de una película de Hallmark channel.
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