domingo, 21 de octubre de 2007

A Chenacho con cariño

Hoy se cumplen 12 años desde que José Ignacio Cabrujas dejó este mundo. Por este motivo presento una carta que le escribí a este escritor, como parte de una tarea en un taller que hice sobre su vida en el 2005. Advierto que es un poco cursi pero realmente me alegró cuando la lei en estos días y me parece que hoy es una buena manera de honrrar la memoria de este venezolano que tantos aportes dio a nuestra cultura


Caracas, mayo de 2005

Sr. Cabrujas:

Es difícil hacerle una carta, para empezar, no se cómo dirigirme a usted, pues a pesar de conocerlo mas o menos gracias a terceros, no siento la suficiente confianza para tutearlo, así que prefiero mantener la formalidad espero que no le moleste.

Le escribo para informarle que decidí hacer mi tesis de grado acerca de su obra dramática porque debo confesarle que me llama mucho la atención, porque nunca pensé que alguien retratara tan bien a la sociedad venezolana, pero sin olvidar la universalidad.

El primer acercamiento a su trabajo fue como todos, a través de la telenovela. A pesar de no haber visto sus grandes piezas, si sé que creó un precedente en el género en nuestro país, pues creo una nueva forma de hacerlas. Siempre escuché cuando era muy pequeña hablar a mis padres de sus artículos, los cuales estaban llenos de críticas muy certeras de la situación que estaba viviendo el país. Pero creo que mi interés por usted comenzó cuando vi El día que me quieras en el teatro El Paraíso, que queda justo al frente de micas. Cuándo yo vi esa obra me di cuenta que usted era un gran escritor, y no era simplemente el señor que yo veía desde mi balcón que fumaba mucho y caminaba con un bastón por todos los al rededores de la Casa Sindical. Desde el momento en el que vi su obra de teatro me compré el texto en la librería de Monte Ávila y lo leí como tres veces y cada vez que lo leía me gustaba más, le estoy hablando del 98. En el 2000 entré a la universidad y empecé a estudiar Letras. Me acuerdo que el primer trabajo serio dentro de la carrera lo hice sobre El día que me quieras y desde ese momento supe que iba a hacer mi tesis sobre usted, y así ha ocurrido, como ya le dije.

Desde hace más de dos meses estoy haciendo un taller en donde el objeto de estudio, si se puede decir, es usted. No me imagino que pensará de esto, pues sería muy interesante saber cual es su reacción. En este curso me he enterado de muchas cosas que no sabía de usted y se ha afianzado mi gusto por su obra dramática y el interés de estudiarla, además de interesarme sus otras facetas.

Sería muy difícil hacerle una pregunta, debido a mi gran timidez, porque ante un gran intelectual (no se ofenda), me daría mucho miedo hacerle una pregunta. Pero si me lleno de valor, me gustaría tener una larga conversación sobre teatro, no sólo de su obra, sino de su opinión sobre los trágicos griegos, Shakespeare, Brecha y en fin en toda la dramaturgia en general, además de preguntarle de su opinión de la dramaturgia actual en nuestro país. A lo mejor también le preguntaría sobre la fijación del boxeo en la literatura y seguramente hablaríamos después del desempeño que ha tenido la Guaira en las últimas temporadas. Como ve hacerle una sola pregunta sería muy difícil.

Realmente me hubiera gustado conocerlo y tener una larga conversación, claro después de superar mi timidez, para ver si podría lograr tutearlo. Si creo que usted era una suerte de conciencia del país, como muchos lo han llamado, no solo por los artículos que escribía en El Diario de Caracas, donde se veía al país desde su perspectiva, pues también hacia lo propio desde las tablas.

Sin más nada que decirle, se despide con cariño

Violeta Ibarra
(mayo 2005)


PD: Chenacho es el nombre que le coloqué a Cabrujas mientras hacía mi tesis. Tomando en cuenta todos lo que he leido sobre él seguramente hubiera odiado este nombre, jajajaja

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