El viernes pasado estaba caminando como si nada buscando un pan de jamón o una ensalada de pollo/gallina para acompañar una hallaca y sin darme cuenta me doble mi pie derecho. No sé como pasó, lo único que recuerdo es que me agarré de un aviso de moto-taxi y como pude y sin ayuda de nadie (estaba sola y la gente en la calle no se dignó ayudarme, gracias) crucé la calle y me senté en un murito a esperar a una amiga (mi queridisima Jeesid) para que me llevara a la oficina.
Al subir me comí mi hallaca y después fue que me revisé el pie, ahí me di cuenta que estaba hinchadisimo y no me fui al médico, porque por las razones anteriores me he doblado el pie varias veces y sabía que hacer, pero he aqui mi error, en vez de irme a mi casa se me ocurrió ir a clase y atravesar media ciudad en metro y caminar las cuatro o cinco cuadras que hay entre la estación y el edificio en donde recibo clase. Claro se imaginarán que cuando llegué a mi casa mi pie parecía un jamón.
Me dio un ataque de nervios porque al día siguiente debía viajar por razones laborales al cual debía ir y no podía dejar de ir. Si no hubiese sido por el bello de Chu (simplemente el mejor novio del mundo) no sé que hubiese pasado.
Al día siguiente me vine a Barquisimeto en donde me encontré con una de mis compañeras de trabajo (tan linda Barbarita) quien me cuidó (y me regañó) para que no inventara y caminara más de la cuenta. También me ayudó mucho mi primo (futuro médico o algo así), quien me mandó unas medicinas y unas cremas, admeás que me puso una tobillera.
Ya mi pie está mejor, por lo menos ya no está tan hinchado, pero anda morado y sigo con la venda. Espero que ahora si vea por donde camino, aunque no lo creo, porque sé que me seguiré cayendo y llevandome cosas por el medio como Mr. Magoo.
PD: Creo que el viernes voy al médico y espero que me diga que estoy bien
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