Una tarde tranquila de julio violeta estaba paseando por Caripe, estaba feliz y contenta porque estaba conociendo esa linda ciudad.
Violeta frente a la casa de la cultura de Caripe
Todo estaba normal y tranquilo, pero todo cambió, la tarde bucólica que violeta había planeado, porque quedó estropeada por la aparición de un Guácharo gigante que estaba a punto de atacarla. Menos mal que encontró unas rocas y pudo esconderse. ¿Será que la vió?
1 comentario:
Naguara! cómo haces para meter todo ahí. La próxima vez que viaje te voy a llamar.
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