Una tarde tranquila de julio violeta estaba paseando por Caripe, estaba feliz y contenta porque estaba conociendo esa linda ciudad.
Violeta frente a la casa de la cultura de Caripe
Todo estaba normal y tranquilo, pero todo cambió, la tarde bucólica que violeta había planeado, porque quedó estropeada por la aparición de un Guácharo gigante que estaba a punto de atacarla. Menos mal que encontró unas rocas y pudo esconderse. ¿Será que la vió?